Juan, es cierto que el compromiso de esa persona fue más allá de lo estrictamente profesional. ¡Ojala! hubiese más servidores públicos como él; todo iría algo mejor. Pero este funcionario no hizo otra cosa, que no es poco, que realizar sus funciones de trabajador público desde la lealtad y la honradez que le es propio en su condición de funcionario. Casos de personas que han puesto su salud, su tiempo y dinero con el consiguiente coste personal lo puedes encontrar con cierta facilidad a poco que mires a tu alrededor, dentro y fuera de nuestro colectivo, y que yo sepa, a nadie se le ha ocurrido entregarle una placa, etc,etc... Creo que seguimos empeñados en cuidar y valorar más a los de fuera que a los de casa, y, sinceramente, no me parece ni justo, ni lógico.
Pero más allá de lo comentado, no podemos, ni debemos, restar valor a la lucha empecinada y desinteresada durante más de una década de vecinos y vecinas de la barriada Del Naranjo y de los colectivos sociales que organizaron durante todos estos años diversas iniciativas ciudadanas, incluida la judicial.
Abrazos mañaneros.
J. Reina