De: agustin@intermediaproducciones.com
hola, os mando la traducción, en adjunto, de este interesante artículo, del 10-7-2021, con declaraciones delDr. Rıdvan Turan, que en 2019 preparó un informe muy completo sobre las actividades de la eléctrica DEDAŞ en el kurdistán de la zona turca.
Ridvan es Miembro de la Comisión de Agricultura de la Gran Asamblea Nacional de Turquía (TBMM), y miembro del partido político HDP (antes DEM).
https://www.gazeteduvar.com.tr/ridvan-turan-devletin-kurtlere-karsi-yeni-ter...
RESUMEN del artículo:
“Rıdvan Turan: La electricidad es el nuevo método disciplinario del Estado contra los kurdos.”
En este artículo Rıdvan Turan, explica el trasfondo de la reciente revuelta contra los cortes de electricidad. Según Turan, millones de personas de la región pagan mucho más por la electricidad que en el oeste de Turquía. Además, la tasa de fugas no es tan alta como afirma DEDAŞ, y la razón no son los usuarios, sino la primitiva infraestructura.
En los meses de verano, el periodo más vital para la producción agrícola, ciudades como Urfa, Batman, Diyarbakır y Mardin sufren cortes de electricidad que a veces duran semanas. Los cortes de electricidad amenazan no sólo la vida cotidiana, sino también el futuro de los agricultores cuya única fuente de sustento es la agricultura, abriendo la puerta a la hambruna.
DEDAŞ ostenta el monopolio de la distribución de electricidad en la región, y aduce el "uso robo de la electricidad" como razón de los apagones. La frase "los kurdos roban electricidad" es una de las bases del discurso racista en Turquía?
La percepción de que "los kurdos roban electricidad", que de alguna manera se ha creado en la opinión pública de Turquía occidental, es utilizada por Dicle Elektrik ve Dağıtım Anonim Şirketi (DEDAŞ) para legitimar sus prácticas contra el pueblo.
Lxs habitantes de la región consumen una electricidad más cara y de peor calidad que en Turquía occidental. A la gente se le corta la electricidad aunque pague sus facturas. Se aplican subidas de origen desconocido. Así, el servicio de electricidad se convierte en una herramienta de persecución y disciplina.
Hay una sequía extraordinaria en las regiones oriental y sudoriental de Turquía, uno de los países más afectados por el cambio climático.
Desde la privatización de la electricidad en 2013, DEDAŞ es un monopolio que distribuye electricidad a una población de más de 5,5 millones de habitantes en Diyarbakır, Urfa, Batman, Mardin, Siirt y Şırnak, y utiliza abiertamente esta posición para explotar a la población.
En casi todos los comunicados de prensa, DEDAŞ afirma que los abonados roban electricidad y que por eso se les corta la luz. En un comunicado de 2019, afirmaba que la tasa de pérdidas por robos, en las 6 ciudades a las que da servicio, era del 86%. Sin embargo, no había nada plausible en esto, y cuando hubo una gran protesta pública, se echaron atrás y dijeron que esta tasa era del 54% en Şırnak, Urfa, Mardin, Siirt, Batman y Diyarbakır.
'DEDAŞ DECLARA UN ALTO ÍNDICE DE ROBO DE ELECTRICIDAD PARA LEGITIMAR FACTURAS DESORBITADAS'
DEDAŞ sobrestimaría dicho índice para legitimar facturas desorbitadas, cortes de luz y la no sustitución de las primitivas infraestructuras antiguas. En muchos lugares, hay quejas de que no leen los contadores y de que facturan según su parecer y sus márgenes de beneficio. En los últimos años,, ya han colocado los contadores de electricidad de miles de hogares en lo alto de los postes eléctricos.
Antes, cortaban la electricidad a los abonados que no pagaban sus facturas quitándoles el contador de la casa. Ahora, cortan la electricidad desde el centro de control, como si fuera un abono telefónico. Supongamos que hay diez abonados en una línea eléctrica. Aunque los abonados del 1 al 5 y todos los demás abonados, excepto el 6º, hayan pagado sus facturas, cortan la electricidad de todos los abonados que le siguen, sólo para cortar la electricidad del 6º abonado. Asimismo, DEDAŞ ha esclavizado oficialmente al pueblo y a los agricultores con aumentos de origen desconocido.
La factura eléctrica que pagan por acre los agricultores del distrito de Mardin es unas 10 veces superior en comparación con otras regiones de Turquía.
EL CANON POR USO DE AGUA ES DE 100 LIRAS AL MES EN TURQUIA, 1000 LIRAS AL MES EN LA REGION
la electricidad utilizada para la producción de maíz, que es el segundo cultivo en Mardin, se cobra a los agricultores a 1000 TL por acre o más, sin embargo, en todas partes de Turquía, se pagan 100 TL por acre."
Hay demandas presentadas y ganadas tanto contra esta cuestión como contra las desorbitadas facturas de electricidad. También hay agricultores a los que se les han cobrado facturas astronómicas en concepto de "tasa por el servicio de utilización del agua" aunque no tengan pozo de agua.
DEDAŞ va a cortar la electricidad acompañados de vehículos blindados. La gente no puede pagar sus facturas debido a los exorbitantes aumentos. Cuando les preguntamos "¿por qué hacéis esto?", responden "las pérdidas y fugas son demasiado elevadas", como si estuvieran tachando de ladrones a los habitantes de la región.
un Decreto Ley emitido en 2018 dio a DEDAŞ el derecho de bloquear las cuentas bancarias de los agricultores. Se trata de un hecho terrible. Porque el Estado está haciendo peligrar la producción agrícola para que DEDAŞ pueda añadir beneficios a sus ganancias.
Los agricultores gastan todos los ingresos de sus cosechas para pagar la electricidad que utilizan para llevar el agua a sus campos. Cuando no les queda nada, no pueden pagar la factura de la luz de sus propios hogares. La población de la región está sometida a tan terrible sistema de explotación. Debido a los efectos de la sequía, este año habrá una pérdida de rendimiento de aproximadamente 1 millón de toneladas de grano en Diyarbakır y sus alrededores. Si generalizamos esto a toda la región, está claro que habrá una pérdida extraordinaria de cosechas. Los agricultores no pueden extraer agua de los acuíferos debido a los cortes de electricidad. En efecto, el Estado está diciendo: "Que DEDAŞ gane dinero, pero que los ciudadanos pasen hambre si es necesario". Incluso las reglas ordinarias del capitalismo están anuladas y se ha establecido una relación de patronazgo feudal entre el Estado y DEDAŞ.
LO QUE OCURRE EN LA REGIÓN ES COMO EL SÓTANO DE UN BLOQUE DE APARTAMENTOS, NO SE QUIERE VER".
La DEDAŞ no moderniza la infraestructura del sistema eléctrico, lo que provoca un aumento de la tasa de pérdidas de electricidad, pero señala a los ciudadanos como causantes de ello y cobra a los ciudadanos por ello.
Señalar al pueblo como causante de una tasa de pérdidas y fugas de electricidad del 50% es sinónimo de acusar al pueblo en su conjunto de robo, y además, esto es una calumnia flagrante.
DEDAŞ intenta recaudar las fugas de electricidad asignándoselas al público según le parece. Cuando la gente no puede pagar este dinero, cortan la electricidad; y la gente no puede sacar agua. Los aldeanos se suben colectivamente a tractores y van a otros lugares para llevar agua a sus casas con bidones. Las enfermedades se propagan, la salud pública corre peligro en pandemia y en verano.
¡Imagínense que se cortase la electricidad en Estambul o Ankara durante una semana o diez días! Mientras que una situación así es catastrófica allí, ¿se piensa que es tolerable en la región kurda? Mira, el año pasado en el distrito de Kızıltepe de Mardin, el acceso de los estudiantes a la EBA fue del 17%, mientras que en Derik fue del 13%. Lo que ocurre en el este de este país, es como lo que pasa en el sótano de un bloque de apartamentos, no se quiere ver. Las condiciones son verdaderamente insoportables.
El trato de DEDAŞ al público en el tema de la electricidad no puede explicarse sólo por la ambición de beneficios de una empresa. ¿por qué van a los pueblos con vehículos blindados incluso para la más mínima lectura de contadores?"
La gente no puede acceder ni al agua de su propia región ni a la electricidad producida a partir de esa agua porque hay una política estatal que impide a la gente acceder al agua delante de sus narices. Maximizar los recursos naturales de la región y privar de ellos a la población es una manifestación de colonialismo. Si las presas de la región no produjeran electricidad ni un solo día, toda Turquía se quedaría a oscuras y la industria entraría en crisis. Parece que el nuevo método de disciplina del Estado contra los kurdos es la electricidad.
Se piensa que lxs kurdxs de hoy en día, enterrados en problemas de electricidad y agua, no se interesarán por las reivindicaciones identitarias cuando no puedan encontrar agua para beber o lavarse.
Proponemos que algunas deudas, incluida la electricidad, sean convertidas en deudas públicas por el EstadoNuestra propuesta es que las deudas de los pequeños y medianos agricultores se reconozcan como deuda pública.
saludos agu